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'And Just Like That...'

Por Margo

Hace unos días, se emitió el último capítulo del esperado reboot de 'Sexo en Nueva York', 'And Just Like That' en HBO Max.

Una primera temporada que parece dejar la puerta abierta a una segunda y que, como era de esperar, no ha dejado indiferente a nadie. Muchos nos hemos sentido identificados con ese 'I can't help but wonder' con todo lo que ha sucedido a lo largo de estos 10 episodios.

Quítense sus Manolo Blahnik si quieren salir huyendo de los spoilers y preparen sus Martini, porque vamos fuerte.

Sin duda, ha sido un cóctel de emociones – antagónicos, en varias ocasiones – que me ha llevado a un estado de embriaguez en todas sus fases: euforia, nostalgia por épocas pasadas y la mayor de las tristezas por la ausencia de alguien a quien querías – he llorado hasta moquear –. También he experimentado una fascinación inexplicable, como cuando parece que percibes las cosas con un sentido arácnido súper-desarrollado, por el vestuario. Más concretamente, con ‘EL’ vestidazo de Versace. He de decir que también me he reído en alguna que otra ocasión, aunque en otras muchas me he llevado las manos a la cabeza.
 
Sin duda, esta serie me ha dejado una resaca emocional que no sé muy bien cómo anestesiar. Y las cosas como son… AJLT ha estado bien, pero nada que ver con SATC.

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London
Calling

Samantha Jones

La ausencia de Samantha se ha notado mucho más de lo que nos hubiera gustado y su hueco ha sido imposible de rellenar. Y mira que lo han intentado, tratando de colarnos una Seema por una Samantha. Por cierto, el parecido del nombre no me parece en absoluto fortuito. 
 
Ambas comparten una actitud y estilo de vida muy similar, así como, una especial conexión con Carrie desde el principio. Seema es otra abanderada del empoderamiento femenino, una mujer independiente que no le debe explicaciones a nadie – ni siquiera a su familia, que aún trata de buscarle un marido - exitosa en su trabajo y con un armario que ya nos gustaría a much@s. 

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Los que hemos visto la serie de los años 2000, ‘Sexo en Nueva York’, se nos han puesto los pelos de punta al presenciar el regreso de Carrie a su antiguo apartamento, las noches frente a la ventana tecleando posibles respuestas a enigmáticas cuestiones concernientes al sexo e interacción romántica interpersonal, o cuando nos deleitó la vista, de nuevo, con aquel vestido de tul de Atelier Versace que lució, por primera vez, en París en SATC.

Pero, sobre todo, lo que más nos ha estremecido hasta llevarnos las manos (¡y pies!) a la cabeza, ha sido el absurdo e incoherente comportamiento – porque eso sí que no ha tenido ni pies ni cabeza - que ha mantenido Samantha con Carrie a lo largo de esta temporada. A ver, es generalmente conocida la mala relación que mantenían - y mantienen, creo - Kim Catrall y Sarah Jessica Parker fuera del set de rodaje. Así como también estábamos prevenidos de la negativa de Catrall en participar durante el reboot de ‘And Just Like That’. Pero… ¿en serio, Londres?
 
Inciso: una vez leí un ruego por internet – al que me sumo, indudablemente - que decía: “Después de ‘Emily en París’, necesitamos un ‘Samantha in London’”. Por favor, que escuchen nuestras plegarias. Bien, prosigo. ¿De verdad, sólo le va a enviar unas flores al funeral? Porque, ‘Samantha is not like that’.

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Un doble tick azul

He de decir que a raíz de esas breves y escuetas comunicaciones entre ambas, he llegado a dudar seriamente de la decisión de Kim de no aparecer en la serie. Sí, me he agarrado como a un clavo ardiendo a la posibilidad y esperanza de que todo iba a quedar en una pequeña patraña de marketing para luego, incrédulos, llevarnos la mano a la boca intentando aguantar la respiración. Yo estaba lista para albergar esa emoción en mi corazón.

 

A cambio, lo máximo que nos han dado son unas copichuelas tontas por París, a las cuales – evidentemente- no nos han dejado participar como espectadores. ¿Os imagináis un plano contra plano de Carrie hablándole a una mujer rubia de espaldas a la cámara como si fuera Samantha? ¡Pues lo hubiera preferido, maldita sea!

Hay internautas de Twitter que no han podido reprimir sus ganas de compartir sus impresiones y sentimientos bajo la etiqueta #AndJustLikeThat semana tras semana. Muchos coinciden en que Samantha ha sido el mejor personaje de la serie… ¡siendo, meramente, por mensajería instantánea!
Yo no “voy a ser tan dura” al respecto. Creo que también ha habido momentos que han sido auténticos regalos para los fanáticos de la serie. Pero sí, cada vez que Carrie tomaba el móvil para ponerse en contacto con su exmejor amiga, me daba un vuelco al corazón.

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Mirando a otro lado

 

Miranda Hobbes

En fin. Bueno, pasamos al segundo disgusto: Steve. Para esto necesito tomarme unos minutos antes de seguir escribiendo, porque me tiemblan los dedos y me saltan las teclas.
Mirad que han tratado – y maltratado - a ese personaje con saña, eh. Alma de cántaro, ¿qué más te iban a hacer? Pues, concretamente, echarte a patadas de la vida de Miranda que, hasta la fecha, era mi favorita, pero en esta temporada… uf, Samur.

Mirad, puedo entender que quieran aportar frescura, nuevos temas de conversación a la mesa, dar vueltas y giros de guión inesperados, pero... ¿qué diantres ha sido esto?
Por un lado, me encanta que hayan querido incluir y desarrollar más profundamente nuevos temas que siempre han sido centrales en la serie como es, por ejemplo, la sexualidad o la identidad de género. Que Miranda descubra y expanda los límites de su propia sexualidad, me parece fantástico. ¿Pero el peón a sacrificar tenía que ser Steve? 

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En Brooklyn, con amor

Si quien lo ha escrito, disfrutó de aquella emotiva y entrañable escena en el puente de Brooklyn como el resto de mortales, ¿podemos afirmar que esa persona no tiene corazón? ¿O es que se quedó dormid@ en esa parte del capítulo? ¿Por qué ha hecho lo que ha hecho? ¿Le caía mal David Eigenberg?

También puedo entender que quisieran sacar a la palestra una circunstancia o escenario creíble en la que un matrimonio, con el paso de los años, se puede ver estancado o acomodado en una asfixiante rutina que acaba con la pasión conyugal.
 
Pero me da pena que una de las parejas más entrañables de ‘SATC’, la revienten en tres capítulos y de una forma tan violenta como es el engaño extramatrimonial. Además, a mi juicio, me ha parecido un tanto insostenible en relación con los tiempos. ¿No os parece que ha ido todo como súper rápido entre Che y Miranda? Si no me ha dado tiempo a asimilarlo a mí, cómo demonios lo va a entender Steve.

También me ha hecho recordar aquel capítulo de SATC en el que Miranda le sermonea a Carrie y desaprueba su decisión de dejarlo todo para irse a París con Petrovski. Pues bien, podemos confirmar que Miranda se acaba convirtiendo en todo aquello que le reprobaba a su amiga. Con esto, no quiero decir que esté mal… porque cuántas veces nos ha podido pasar a nosotros. Pero vamos, en el fondo te sigue quemando la inconsistencia de un personaje que, junto a Samantha, era uno de los mejores de toda la serie - bajo mi criterio personal -.

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Progre-

Charlotte

Charlotte York

Por otro lado, Charlotte sigue siendo Charlotte. Nunca ha sido un personaje, digamos, ‘Santo de mi devoción’, aunque he de decir que en esta ocasión me ha sorprendido para bien.
 
Creo que ha sido el personaje que más se ha mantenido en la línea tal y como es, aunque aceptando y abrazando nuevos cambios que, inicialmente, se escapan de su entendimiento. De hecho, cuando Mirando le confiesa su relación lésbica con Che – en un momento en el que Charlotte todavía asimila otros fuertes cambios en su propia casa – ésta le ataca y le reprocha que ninguna de ellas son lo suficientemente progresistas para afrontar estos “tiempos modernos”. 

CARRIE.HEIC

'Still that girl'

Aún así, observamos una clara evolución en Charlotte - una mujer perfeccionista, tradicional y obsesionada con las apariencias - que se esfuerza por entender todo aquello que trata de desestabilizarla.

 

Al final somos testigos de un cambio positivo en ella, pero sin que acabe por diluirse la pura ‘esencia Charlotte’.

Por otro lado, tampoco entiendo mucho la aparición estelar – en términos de su condición ‘fugaz’- de personajes que aparecen y salen de la serie sin mayor aporte o trasfondo que meter más drama. Es como que no he terminado de entender muy buen su función, más allá de ser un ‘Caballo de Troya’ para introducir nuevas subtramas.
 
Por ejemplo, Nya, la profesora de Miranda que se somete, varias veces, a tratamientos de inseminación artificial para quedarse embarazada... sin éxito. Tras varios intentos y consecuentes decepciones, se da cuenta de que no quiere ser madre. Lo cual, me parece fantástico que quieran aportar ese punto de vista muy común entre tantas mujeres. De hecho, ni Carrie, ni Seema ni Samantha – que sepamos - son madres, ni pretenden serlo. Aunque, ya veremos qué nos trae la segunda temporada.

La vecina de Carrie, Lisette, influencer y empresaria de su propia marca de joyas. Aparte de regalarnos una escena muy ‘Euphoria’, nos hace testigos de una discusión propia de cualquier relación tóxica - aunque ya la presenciamos con Mr. Big, ojo – y sirve para introducirnos de una forma sutil, el esperado momento en el que Carrie debe recapacitar y ‘deshacerse’ de su anillo de casada para volver a rehacer su vida sin John Preston acechándole en la luz de la mesita de noche.
 
También el personaje de Steve aportó un punto de vista muy hermoso desde la experiencia y óptica de un matrimonio que también ha terminado, aunque por motivos distintos a los de Carrie. A pesar de que nunca volverán a estar juntos de nuevo, Steve seguirá amando a Miranda pase lo que pase. Inevitablemente, seguirán unidos por medio del proyecto familiar que construyeron juntos y, por lo tanto, ese anillo – que rehúsa de quitárselo – siempre albergará un sentimiento que va más allá de un matrimonio fallido. Aquí, adoramos a Steve, ¿vale?

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Can't Help But Wonder...

Carrie Bradshaw

La verdad es que me ha gustado mucho Sarah en la serie y siento que me ha llevado muy bien a lo largo de esa travesía de emociones por la que ha caminado Carrie. Finalmente, logra rehacer su vida – o así concluye esta primera temporada – no sin antes cerrar un capítulo enfundada en un Valentino – pensaba que yo era dramática, pero nunca tanto como esta mujer – en un puente de París, decidida a asegurarle el eterno descanso al amor de su vida. Desde allí también retoma su relación con Samantha. Lo cual, también significa ese cierre de “malos rollos”, sacar la bandera blanca y enterrar el hacha de guerra para abrir un nuevo libro por la primera página.
 
Por si no lo sabíais, a última hora, los productores de la serie decidieron eliminar muchas escenas finales entre Carrie y Mr. Big ya que, presuntamente, el actor Chris Noth se ha visto envuelto en escándalos de abusos sexuales recientemente. Estas últimas semanas se ha generado todo un alboroto mediático alrededor de Noth y ninguna de sus compañeras de reparto le ha mostrado apoyo al actor, sino todo lo contrario. Ea, se siente.

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De vuelta a Nueva York, Carrie está dispuesta a comenzar de nuevo en todos los aspectos de su vida. Desde el personal hasta el profesional.

 

Aparentemente, Carrie podría comenzar la segunda temporada en una nueva relación sentimental con uno de los productores del podcast. Ahora, con una exjefa en Los Ángeles muy ocupada en la grabación de su propio programa, Carrie toma el relevo y se pone a los mandos - o frente al micro - e inicia su propio podcast: ‘Sex And The City’.

 

Si no se te pusieron los pelos de punta en este momento, no sé qué otra cosa podría.

©2021 por Loge Magazine.

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